La vecería del olivo es un factor a tener en cuenta a la hora de valorar la cosecha de aceitunas, además del climatológico. El 2022 no ha sido un año especialmente lluvioso, por lo que el sector olivarero ha visto condicionadas las toneladas de aceitunas recolectadas en el conjunto de olivos debido a la sequía.
Pero, ¿y cuándo hablamos de la falta de cosecha por un fenómeno natural e intrínseco al olivo? ¡Sigue leyendo!
Qué es la vecería del olivo y causas que la producen
La vecería del olivo o alternancia es el comportamiento natural del árbol por el que, tras un año en el que su cosecha ha sido sobresaliente, la producción es mucho más pequeña e incluso inexistente.
Se trata de algo muy común en este tipo de cultivo y en el de manzanos, cítricos o belloteros, entre otros.
¿Por qué se produce la vecería?
La vecería del olivo es causada por un factor hormonal. Durante el crecimiento, las aceitunas emiten giberelinas, una sustancia que paraliza la transformación de las yemas en flor. Como consecuencia se reduce la cantidad de fruto que el árbol ofrecerá en la temporada posterior. Entonces, a mayor producción de aceitunas un año, mayor producción de hormonas y menor cosecha en un futuro.
¿Afecta la vecería del olivo al aove?
Este fenómeno natural no tiene un impacto en el aceite de oliva virgen extra en cuanto a la calidad se refiere. En cambio, sí repercute en la rentabilidad económica de la explotación.
Cuando la cosecha es abundante, el cuajado de las aceitunas es menor, son más pequeñas y, por ende, su valor comercial se minimiza. Si bien, en años de cosechas más reducidas, los frutos son de mayor tamaño pero la cantidad es mínima.
Esto hace que para las almazaras sea muy importante tener en cuenta la vecería del olivo para preveer su efecto.
Después de leer este post, ¿tenías idea de este fenómeno natural en los olivos? Hay quien afirma que esto se produce cada dos años, aunque no existe una base científica que lo confirme al 100%. Además, la vecería no se produce en todas las variedades que hay en España. Concretamente es más acusada en la variedad hojiblanca, la picuda o la lechín sevillana, una de las aceitunas que producen el mejor aove ecológico de la Sierra Norte sevillana.