El aceite de oliva y otros aceites vegetales como el de girasol, maíz o soja cada vez los vemos más en los estantes de los supermercados. La subida de precios e incluso el boom de vídeos de recetas que hay en redes sociales incitándonos a probar platos y sabores nuevos nos ha llevado a abrir el abanico de aceites que nos llevamos a casa. Pero, ¿todos los aceites le proporcionan a mi organismo todo lo que necesita? En este post vamos a ver cuáles son las diferencias más destacables del aceite de oliva y del aceite vegetal para que, cuando estés comprando, sepas qué tipo de producto te estás llevando a casa.
Las diferencias más importantes entre el aceite de oliva y el aceite vegetal
“¡El aceite de oliva también es vegetal!”, habrás pensado nada más leer el título del post. Esta distinción simplemente se hace para separar dos tipos de aceites que por su elaboración, sus usos, sus sabores y su aporte nutricional son bastante dispares.
Aceite de oliva vs aceite vegetal: diferente fabricación
Hay que tener claro que mientras más se procesa un aceite, menos nutrientes y menos sabor mantiene.
El aceite de oliva se extrae únicamente de aceitunas prensadas. Eso hace que tenga un sabor marcado a aceituna que, por el contrario, no mantiene un aceite vegetal que ofrece un sabor más genérico y neutro.
Por su parte el aceite vegetal surge de una mezcla de aceites de distintas fuentes, como el girasol, la soja o el maíz. Por eso se hace necesario un mayo procesamiento para eliminar las impurezas.
Aceite de oliva vs aceite vegetal: diferentes variedades de uso
En este blog siempre hemos presumido de lo versátil que es el aceite de oliva porque no solo puede usarse para cocinar, sino también para mantener hidratada nuestra piel o para la limpieza del hogar.
Si nos centramos solo en lo culinario, nuestro oro líquido tiene más campo por el que moverse que el aceite vegetal. El primero puedes usarlo para hornear, freír, como aderezo de ensaladas, para las tostadas o para mojar pan. En cambio el aceite vegetal solo puedes usarlo para freír y hornear.
Aceite de oliva vs aceite vegetal: diferente aportación al organismo
¡No solo de un buen sabor vivimos! El sabor es lo que nos atrapa, pero que detrás de él las propiedades para nuestro cuerpo sean óptimas, suma puntos. Si un aceite se somete a un grado elevado de procesamiento, no solo se ve afectado su sabor, sino también su composición nutricional.
El aceite de oliva y el vegetal contienen ácidos grasos insaturados, pero el aceite de oliva posee mayores cantidades de grasas monoinsaturadas como el ácido oleico o el ácido linoleico. Este tipo de grasas tienen beneficios antiinflamatorios para la salud del corazón. Por su parte, el aceite vegetal contiene gran cantidad de grasas poliinsaturadas omega-6, que pueden ser perjudiciales para la salud del corazón si se consumen en exceso.
Otro dato a tener en cuenta es que si un aceite se somete a un gran refinado, va a conservar menos micronutrientes. El refinado del aceite vegetal destruye micronutrientes, antioxidantes y compuestos vegetales beneficiosos. Si bien, el aceite de oliva es rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios como los tocoferoles y los polifenoles.
Entonces, ¿cuál es más saludable?
El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, es el aceite menos procesado que encontrarás en el supermercado, con todo lo que eso conlleva.
En este post solo hemos querido mostrar, con datos, las disparidades que existen entre un tipo de aceite y otro. No quiere decir que quien consuma aceite vegetal de forma moderada vaya a tener problemas de salud, pero lo que sí podemos afirmar rotundamente es que, de todos los aceites que encontramos cuando hacemos la compra, el que tiene más propiedades buenísimas para nuestro cuerpo, es el aceite de oliva y concretamente el aceite de oliva virgen extra.